Hoy cada vez más adultos de más de 60 años se convierten en cuidadores de padres, tíos o familiares en la vejez avanzada, que puede ocurrir en la cuarta edad, a partir de los 80 años. El desafío de acompañar en esta etapa de vida plantea importantes consideraciones sobre el bienestar emocional, físico y social de los cuidadores. Sigue leyendo.
Por Redacción HEP
Los cuidados recíprocos se refieren a la situación en la que un adulto mayor asume la responsabilidad de cuidar a otro adulto mayor, generalmente un familiar. Esta relación puede ser tanto emocional como física, y a menudo se basa en un sentido de obligación, amor y responsabilidad familiar.
Tipos de Cuidadores
Cuidador especializado: es aquella persona con una formación adecuada para cuidar al enfermo y que cobran una remuneración por hacer este trabajo. Son personas expertas que apoyan sobre todo en situaciones de salud que requieren cuidado permanente.
Cuidador primario: son aquellas personas, generalmente de la red familiar, que brindan atención en el hogar realizando tareas domésticas, apoyar a la persona cuidada en las citas médicas y están pendientes las 24 horas, los siete días de la semana. Se hace cargo de las necesidades básicos y psicosociales de una persona en la vejez avanzada sonre todo.
Cuidador a domicilio: los cuidadores personales a domicilio apoyan a las personas en sus actividades diarias en el hogar, no necesariamente en una situación de enfermedad. Sus responsabilidades incluyen realizar tareas del hogar, estar pendientes de la alimentación de la persona cuidada y están pendientes también de la salud emocional y mental
Desafíos Emocionales y Psicológicos
El papel de cuidador puede ser emocionalmente agotador. Los cuidadores suelen enfrentar una carga significativa, lo que puede llevar a la ansiedad, la depresión y el agotamiento. Según un estudio de la Universidad de Pittsburgh, cerca del 40% de los cuidadores mayores experimentan síntomas de depresión, en comparación con el 15% de la población general.
Además, los cuidadores pueden sentir que han perdido su autonomía, lo que puede afectar su bienestar general y su calidad de vida. La presión de cuidar a un ser querido con condiciones crónicas, como demencia o enfermedades degenerativas, intensifica este desafío emocional.
Impacto Físico y Financiero
Los cuidadores también enfrentan desafíos físicos. Las tareas diarias, como la movilidad y el aseo personal, pueden ser exigentes, especialmente si el cuidador también es mayor. Esto puede resultar en lesiones o problemas de salud, como fatiga crónica.
Desde el punto de vista financiero, el cuidado puede ser costoso. Los cuidadores a menudo deben reducir sus horas de trabajo o abandonar por completo sus empleos para atender a sus seres queridos, lo que puede impactar su estabilidad económica. Según el AARP, un gran porcentaje de cuidadores experimenta dificultades financieras debido a sus responsabilidades.
¿Cómo lograr el bienestar recíproco?
En todos los casos, sea que el cuidado provenga de un ser querido o de un profesional, hay algunos aspectos y principios que observar y respetar a fin de lograr el bienestar recíproco.
Según la Guía para personas cuidadoras según el Modelo ACP , hay 3 pilares fundamentales:
Dignidad: todas las personas somos igualmente valiosas con independencia de nuestra posición social, profesión, situación de salud o cualquier otra circunstancia.
Autonomía: es necesario considerar y apuntar al autogobierno de las personas y atender al derecho de que puedan tomar sus propias decisiones.
Independencia: más allá de que las personas en cuestión deban ser atendidas por alguna necesidad, discapacidad, etc continúan teniendo el derecho a decidir por sus propias vidas. Por supuesto, cuando hay un grado de afectación que interfiere en su capacidad de decisión, es natural que las decisiones las tomen sus grupos cercanos de apoyo.
Estrategias de apoyo
Para abordar estos desafíos, es crucial implementar estrategias de apoyo. Algunas recomendaciones incluyen:
Priorizar el autocuidado: este aspecto es fundamental para que la persona cuidadora tenga un tiempo de tomar un descanso y recuperar energía. También es importante destacar que haya tiempo de descanso mental para olvidarse de la presión que puede representar cuidar a un familiar 24/7.
Compartir la responsabilidad: Es crucial contar con una red de apoyo para poder diseñar un sistema funcional que permita que todas las personas involucradas tengan tiempo de cuidar su bienestar y salud.
Contar con un Sistema Profesional de Acompañamiento: Esta es una opción para quienes necesitan atención integral y personalizada. En este sentido, Visiting Angels México ofrece servicios de acompañamiento y cuidado diseñados para garantizar el bienestar físico, emocional y mental de los adultos mayores.
Formación en Cuidados: Proporcionar formación a los cuidadores sobre cómo manejar situaciones específicas, como la administración de medicamentos o el manejo de emergencias, puede aumentar su confianza y reducir la ansiedad.
Comunicación Familiar: Fomentar una comunicación abierta entre todos los miembros de la familia puede ayudar a distribuir responsabilidades y ofrecer apoyo mutuo.
Los cuidados recíprocos representan una realidad compleja en la que el amor y la responsabilidad se entrelazan. Aunque puede ser gratificante cuidar de un ser querido, también presenta una serie de desafíos que deben ser reconocidos y abordados.
A través del apoyo adecuado, la educación y la creación de redes de ayuda, podemos mejorar la calidad de vida tanto de los cuidadores como de aquellos que reciben atención, asegurando que esta dinámica familiar sea sostenible y saludable.
Acá puedes escuchar la conversación completa que tuvimos al respecto con Adolfo Quiroz.