El mindfulness es una práctica que consiste en prestar atención al momento presente de manera intencional y sin juzgar. Esta técnica, que tiene sus raíces en la meditación budista, ha ganado popularidad en todo el mundo debido a sus numerosos beneficios.En la tercera edad, el mindfulness puede ofrecer varias ventajas. Sigue leyendo.

A medida que envejecemos, enfrentamos factores estresantes como la incertidumbre ante los cambios físicos, mentales y emocionales, falta de control ante diversas situaciones y amenaza contra la personalidad, como nos compartió nuestro invitado Ángel López, educador socioemocional y profesor de mindfulness en este episodio de Hablando en Plata. 

Ángel López, experto en gestión del estrés y profesor de mindfulness // Vivir con Ángel

Al poner en práctica la atención plena, nos permitimos liberar emociones negativas y preocupaciones, esto se traduce en una mayor inteligencia emocional y una actitud más positiva ante los retos cotidianos.

De acuerdo con Jon Kabat-Zinn,  profesor y experto en reducción del estrés basada en la atención plena, son siete actitudes básicas que constituyen el soporte de la práctica del mindfulness: no juzgar; tener paciencia; adoptar la mirada de principante en cada situación; tener confianza; no resistirse ante el cambio; aceptar lo que no podemos controlar y dejar ir personas y situaciones que ya no nos aportan nada positivo.

SIETE SENCILLOS EJERCICIOS DE MINDFULNESS PARA COMENZAR TU PRÁCTICA

Para promover un envejecimiento saludable, la práctica del mindfulness es una herramienta poderosa para mejorar la calidad de vida, te compartimos siete ejercicios para comenzar tu práctica:

1. Respiración Consciente: Siéntate en una posición cómoda y cierra los ojos. Concéntrate en tu respiración, sintiendo cómo el aire entra y sale de tus pulmones. Si tu mente se distrae, suavemente lleva tu atención de vuelta a la respiración. 

2. Escaneo Corporal: Acuéstate en una superficie cómoda y cierra los ojos. Comienza a prestar atención a tu cuerpo desde los pies hasta la cabeza, notando cualquier sensación de tensión o relajación. No trates de cambiar nada, solo respira profundo y observa.

3. Mindful Eating: Come lentamente y presta atención a tus alimentos con todos los sentidos. Percibe los colores, las texturas y el sabor con consciencia y agradecimiento.

4. Meditación de Observación de Pensamientos: Siéntate cómodamente y cierra los ojos. Permite que tus pensamientos fluyan libremente sin intentar controlarlos ni juzgarlos. Simplemente observa cada pensamiento como si pasara frente a ti en una pantalla. Este ejercicio puede ayudar a desbloquear la creatividad al permitir que nuevas ideas emerjan sin restricciones.

5. Caminata Consciente o Mindful Walking: Conectar con el cuerpo a través de los pasos nos permite aquietar la mente, desconectar de las distracciones, mejorar la capacidad de concentración y conectar con emociones positivas. Puedes elegir un destino al aire libre o un lugar nuevo en la ciudad para poder disfrutar de la experiencia plenamente,

6. Diario de Gratitud y de Emociones: Cada noche, antes de dormir, escribe tres cosas por las que te sientes agradecido, así como las ideas y emociones que experimentaste en el día.  Esto te ayudará a centrarte en lo positivo y a reconocer tu estado emocional. 

7. Práctica de Compasión: cultiva la compasión hacia ti mismo y hacia los demás, a través de la amabilidad en todas tus acciones y pensamientos, estarás dejando una huella positiva en el mundo.

¡Cuéntanos si has realizado alguno de estos ejercicios!